Trastornos de ansiedad.
La ansiedad es un estado emocional en el que la persona se siente tensa, atemorizada y alarmada. Es vivida de manera desagradable y con considerable acompañamiento somático. Cuando la ansiedad se asocia a un estímulo concreto se llama fobia.
La ansiedad puede presentarse en forma de crisis aguda también llamada por algunos: ataques de pánico. Suele aparecer de forma súbita con palpitaciones, taquicardia, sudoración, sensación de ahogo, opresión en el pecho, náuseas o dolores abdominales, inestabilidad, mareo, miedo a perder el control, miedo a morirse o a volverse loco. En una crisis de esta naturaleza suelen presentarse los síntomas citados aunque no siempre estén todos presentes. En todo caso se trata de un cuadro clínico aparatoso con sensación subjetiva de gravedad biológica, de tal manera que a la persona afectada suele costarle, en los primeros episodios, aceptar que se trata de un trastorno de naturaleza psíquica.
La ansiedad puede presentarse asociada a situaciones concretas en las que se tiene la sensación de no poder recibir la atención necesaria en caso de crisis, se denomina agorafobia. El ataque de ansiedad aparece al encontrarse en lugares o situaciones en las que resulta difícil escaparse, hecho que condicionará sus actividades. En el caso de sufrirla un espectador de ópera buscará siempre localidades al lado de un pasillo y lo más cercana posible a una puerta de salida. La persona afectada de agorafobia suele condicionar su vida al miedo de sufrir una crisis y, por ese motivo, trata de evitar aquellos lugares donde tiene la sensación de no poder recibir atención. El solo hecho de temer la crisis puede llegar a provocarla.
Existen personas que sufren ansiedad generalizada. Aparecen crisis de ansiedad inesperadas y repetidas. Son personas que viven inquietas ante la posibilidad de una nueva crisis, viven atemorizadas por las posibles consecuencias físicas de las crisis, miedo a un infarto, por ejemplo. Se trata de personas generalmente sufridoras, propensas a preocuparse desmesuradamente y a anticiparse a los acontecimientos siempre viéndolo todo desde un ángulo negativo. Suelen vivir en un estado de preocupación exagerada, les resulta muy difícil controlar su estado de ánimo que tiende a estar malhumorado. Son inquietos, se cansan fácilmente, les cuesta concentrarse, son irritables y suelen tener dificultad para conciliar el sueño.
Otra forma de aparición de ansiedad patológica es consecuencia de sufrir un trastorno por estrés post-traumático, cuando los síntomas aparecen después de vivir un acontecimiento estresante grave. La llamada fobia social consiste en un temor acusado y persistente ante las situaciones de contacto social. En algunos casos podemos ver como personas que no tienen especial dificultad para cantar encima de un escenario sienten, en cambio, una gran incomodidad que les impide actuar, en caso de tener que relacionarse en una fiesta o hablar en público o atender una entrevista televisada.
interesantes, pueden venir otras mucho más precarias. A los profesionales les hace falta aprender a convivir con la inestabilidad. Nada más lejos de aquel que tiene una profesión que le comporta un salario fijo y estable.
Inevitablemente los humanos nos relacionamos con la economía como instrumento de autovaloración y, a la vez, como el mecanismo que nos permite la supervivencia y tener un determinado estilo de vida. A pesar de que, a veces, se pretenda quitar importancia al dinero, cabe decir que éste es motivo de desasosiego y de malestar. Si ello pasa a quien tiene una economía más o menos estable, como no ha de ocurrir en aquellas personas que, por razones de su ocupación, deben vivir con incertidumbres y oscilaciones nada propicias al sentimiento de propia seguridad.
Las incertidumbres se incrementan por razones de salud, cuantos cantantes han ensayado dura y largamente una obra y, a la hora de cantarla, no han podido por culpa de un resfriado o cualquier enfermedad que en otras profesiones no comportaría un impedimento para trabajar y lo es, en cambio, para cantar. De ahí la gran importancia que tiene el cuidado de la salud para aquellos que se dedican profesionalmente al canto.
Dr. Joan Corbella